viernes, 8 de febrero de 2019

MALTRATO INFANTIL

Maltrato Infantil según la  OMS:

La OMS nos dice que:

El maltrato infantil se define como los abusos y la desatención de que son objeto los menores de 18 años, e incluye todos los tipos de maltrato físico o psicológico, abuso sexual, desatención, negligencia y explotación comercial o de otro tipo que causen o puedan causar un daño a la salud, desarrollo o dignidad del niño, o poner en peligro su supervivencia, en el contexto de una relación de responsabilidad, confianza o poder. La exposición a la violencia de pareja también se incluye a veces entre las formas de maltrato infantil.

MAGNITUD DE LA VIOLENCIA CONTRA LOS NIÑOS :


os dejo el siguiente enlace de la oms :
http://www.who.int/violence_injury_prevention/violence/inspire/INSPIRE_infographic_ES.pdf?ua=1



El maltrato infantil se puede clasificar como:

1. El maltrato físico
Este tipo de maltrato abarca una serie de actos perpetrados utilizando la fuerza física de modo inapropiado y excesivo. Es decir, es aquel conjunto de acciones no accidentales ocasionados por adultos (padres, tutores, maestros, etc.), que originan en el niño un daño físico o enfermedad manifiesta. Aquí se incluyen golpes, arañazos, fracturas, pinchazos, quemaduras, mordeduras, sacudidas violentas, etc.
2. La negligencia o abandono
La negligencia es una falta de responsabilidad parental que ocasiona una omisión ante aquellas necesidades para su supervivencia y que no son satisfechas temporal o permanentemente por los padres, cuidadores o tutores. Comprende una vigilancia deficiente, descuido, privación de alimentos, incumplimiento de tratamiento médico, impedimento a la educación, etc.
3. El maltrato emocional
Es aquel conjunto de manifestaciones crónicas, persistentes y muy destructivas que amenazan el normal desarrollo psicológico del niño. Estas conductas comprenden insultos, desprecios, rechazos, indiferencia, confinamientos, amenazas, en fin, toda clase de hostilidad verbal hacia el niño. Este tipo de maltrato, ocasiona que en los primeros años del niño, éste no pueda desarrollar adecuadamente el apego, y en los años posteriores se sienta excluido del ambiente familiar y social, afectando su autoestima y sus habilidades sociales.
4. El abuso sexual
Es uno de los tipos de maltrato que implica mayores dificultades a la hora de estudiar. Consiste en aquellas relaciones sexuales, que mantiene un niño o una niña (menor de 18 años) con un adulto o con un niño de más edad, para las que no está preparado evolutivamente y en las cuales se establece una relación de sometimiento, poder y autoridad sobre la víctima.
Las formas más comunes de abuso sexual son: el incesto, la violación, la vejación y la explotación sexual. También incluye la solicitud indecente sin contacto físico o seducción verbal explícita, la realización de acto sexual o masturbación en presencia de un niño y la exposición de órganos sexuales a un niño.
El maltratador habitualmente es un hombre (padre, padrastro, otro familiar, compañero sentimental de la madre u otro varón conocido de la familia). Raramente es la madre, cuidadora u otra mujer conocida por el niño.
Otro tipo de maltrato infantil es el llamado Sindrome de Münchausen por poderes, consiste en inventar una enfermedad en el niño o producirla por la administración de sustancias y medicamentos no prescritos.
Generalmente se trata de un niño en la edad de lactante-preescolar (edad media de 3 años). Los signos y síntomas aparecen solamente en presencia de la madre (habitualmente el perpetrador del abuso), son de causa inexplicable y los exámenes complementarios no aclaran el diagnóstico. Este sindrome presenta una mortalidad entre 10-20%, y su impacto a largo plazo puede dar lugar a desórdenes psicológicos, emocionales y conductuales.
Además se debe incluir el maltrato prenatal, definido como aquellas circunstancias de vida de la madre, siempre que exista voluntariedad o negligencia, que influyen negativa y patológicamente en el embarazo, parto y repercuten en el feto. Tales como: rechazo del embarazo, falta de control y seguimiento médico del embarazo, negligencia personal en la alimentación e higiene, medicaciones excesivas o no prescritas, consumo de alcohol, drogas y tabaco, exposición a radiaciones, y otras.



Como podemos prevenirlo:


  1. Aumenta la autoestima de tus hijos

Una buena manera de prevenir el maltrato infantil en cualquier ámbito es fomentar la autoestima en tus hijos.
Si ellos son capaces de apreciarse y valorarse como personas, será más difícil que los maltraten en la escuela por ejemplo, porque enseguida buscarán ayuda para salir de esa situación.
Para estimular una buena autoestima en tus hijos, no los agredas verbalmente. Jamás le digas a tu hijo que es “tonto”. No lo compares con sus hermanos o compañeros de clase. Terminará por creer que él no vale tanto como los demás y eso destruirá su autoestima.
Estimula sus logros y confía en sus capacidades. Permíteles equivocarse y aprender de sus errores.
No los regañes. Con calma, indicarles cuáles son los aspectos que deben mejorar de sí mismos y confía en que pueden hacerlo.
  1. Aprecia las actitudes positivas

Otra manera de mejorar la autoestima de tus hijos y evitar que sean maltratados es reconocer y valorar todas sus actitudes positivas.
Cuando obtienen una buena nota en la escuela o cuando se comportan correctamente en un paseo, se debe señalar y reconocer con palabras y gestos, besos y abrazos.
  1. Enseña con el ejemplo

No puedes pedirle a un niño que deje de hacer berrinches y se calme, si le estás gritando.
Si le das un tirón de orejas, le estás enseñando que la violencia es una manera de solucionar los problemas.
Si de verdad quieres evitar el maltrato infantil, debes comenzar por controlar tus impulsos y actuar con calma. Si te sientes enojado, lo mejor es retirarte a tu habitación y no hacer ni decir nada hasta que estás más calmado.
De esta manera los niños también aprenderán a controlar sus emociones y en el futuro no maltratarán a sus propios hijos.
  1. Fomenta el diálogo

El diálogo es fundamental para una relación correcta entre padres e hijos. Escucha lo que tu hijo tiene para decir y respóndele con calma y con franqueza.
Si quieres ayudar a evitar el maltrato infantil, cuéntale a tus hijos cuáles son sus derechos.
Diles que nadie tiene por qué ver o tocar sus partes íntimas y que si viven alguna situación que les hace sentir incómodos, deben decírtelo, deben confiar en ti, porque tú siempre los ayudarás.
  1. Ajusta tus expectativas

Cada niño es distinto y no todos tienen las mismas capacidades, preferencias o talentos. Algunos padres tienen expectativas poco realistas en cuanto al rendimiento escolar o deportivo de sus hijos, y esto puede llevar a situaciones de maltrato infantil.
Como padre, debes aprender a conocer a tus hijos, comprenderlos y ayudarles a desarrollar su potencial, ajustando tus expectativas de acuerdo con sus posibilidades y preferencias.
  1. Busca ayuda profesional

Lamentablemente no existe una escuela para padres. No todos los padres tienen que saber por instinto cuál es la mejor manera de criar a sus hijos, cómo ponerles límites saludables o cómo controlar sus conductas.
Por eso, si estás teniendo problemas con la crianza, no debes sentirte avergonzado ni recurrir a la violencia.
Busca ayuda profesional en médicos, psicólogos o instituciones que brindan ayuda para padres, seguro que hay alguna en tu comunidad.
  1. Busca soluciones para patologías específicas

Algunas veces los niños con ciertas patologías como trastornos de ansiedad, síndrome de déficit de atención o depresión, pueden ser víctimas de maltrato infantil.
Si crees que la conducta de tu hijo no es la que debería ser, tienes que consultar al médico, tal vez padezca algún tipo de trastorno que requiere un tratamiento específico.
  1. Evita embarazos no deseados

Si realmente no quieres tener más hijos, entonces toma las precauciones necesarias para evitar un embarazo no deseado.
Los embarazos no planificados aumentan los riesgos de maltrato infantil y tener un hijo es una gran responsabilidad.
Si no estás seguro de poder o querer criar más hijos, es mejor que no los tengas.
  1. Evita la violencia

Los niños y los adolescentes no aprenderán a golpes aquello que sus progenitores quieran enseñarles, siempre debes tener esto muy presente.
La violencia no les ayudará a comportarse mejor o a resolver conflictos. Por el contrario, cuando hay violencia en el hogar los niños se vuelven menos sensibles a las experiencias violentas y aumenta el maltrato infantil.
El aprender sobre las reglas de convivencia, sobre la paz, la solidaridad o la empatía no se lo enseñarás con palabras, sino con tu propio ejemplo.
  1. Pon límites de manera saludable

Es posible poner límites en tu hogar y que tus hijos los respeten y respeten tu autoridad como padre o como madre, sin necesidad de recurrir a ningún tipo de violencia, física o verbal.
Para que la autoridad sea vivida y comprendida por los hijos como algo natural y positivo, los padres debe alejarse de las prácticas violentas y aprender a manejar sus emociones, a reconocer y expresar su rabia encontrando las palabras adecuadas e incluso, deben aprender a pedir perdón a sus hijos cuando se equivocan.Si en el momento de ir a dormir, de bañarse, de hacer las tareas escolares o de sentarse a la mesa las cosas no suceden como querrías y la tensión aumenta siguiendo la secuencia: “hablar, convencer, discutir, gritar, pegar”, entonces te estás desbordando y el clima emocional en tu hogar no será bueno.
Recuperar un clima adecuado es fundamental para que los padres puedan ejercer su autoridad.Los límites deben estar marcados claramente, los hijos deben conocer perfectamente cuáles son las reglas y cuáles serán las consecuencias si no las siguen.
Y los padres deben aplicarlas siempre que los hijos no respeten estos límites, pero en un ambiente calmado, con un tono de voz, postura corporal y gestos que transmitan autoridad pero tranquilidad al mismo tiempo.El clima emocional seguro y adecuado en el hogar se basa en el convencimiento de que los conflictos aparecerán naturalmente en todos los hogares, pero que existe un modo de solucionarlos, basados en el diálogo y el respeto mutuo entre padres e hijos.
Sigue estos sencillos consejos y estarás ayudando a mejorar el ambiente familiar, evitando el maltrato infantil.

MALTRATO INFANTIL EN LA ESCUELA  podemos encontrarnos con  El BULLYING 
El bullying es una forma grave y específica de violencia escolar, un maltrato normalmente intencionado y perjudicial de un estudiante hacia otro compañero,  generalmente más débil, al que convierte en su víctima habitual. Suele ser persistente y reiterado, puede durar semanas, meses e incluso años.  La mayoría de los agresores actúan movidos por un abuso de poder y un deseo de intimidar y dominar. No es un conflicto  normal entre pares, sino que se trata de un problema sobre el que todos los adultos debemos involucrarnos y detener con urgencia.
Si bien hay determinados rasgos que nos hacen pensar que un chico tiene más posibilidades de verse involucrado en una situación de bullying, como hostigado  o  como hostigador, todos los que participan en alguna medida están siendo afectados.
“Creemos firmemente que el bullying se aprende y, por lo tanto, también puede desaprenderse. No se trata de etiquetar ni humillar a los  estudiantes que acosan, sino de ayudarlos a abandonar esa manera de comportarse”, explica la Lic. Candelaria Irazusta,  psicóloga del Departamento Infantojuvenil de INECO. “Para  esto, es necesario que los adultos responsables  (padres y docentes) asuman que el problema existe, que es más frecuente de lo que parece, que tengan conciencia de su importancia  y de las consecuencias graves que puede tener y,  especialmente que ellos deben  intervenir lo más pronto posible porque las situaciones de malestar crónico si no se detienen, crecen”, enfatiza la especialista.

NO AL BULLYING 


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